Al principio, las clases son breves y repetitivas para que el alumnado se familizarice con la lengua y empiecen a sentirse seguros.
En primer lugar, aprendemos a saludarnos y presentarnos. La mascota que sólo habla inglés es muy importante para que se esfuercen a producir su lengua y con ella jugamos mucho.
Luego, vamos aprendiendo otras canciones que nos ayudan a cambiar de actividad y aprender más vocabulario.
Las historias nos ayudan a mejorar la atención y reforzar el vocabulario y las expresiones que vamos a prendiendo en las distintas unidades.
En nuestro colegio seguimos el método de Richmond English with Ellie, aunque también utilizamos recursos de otras editoriales y otros métodos para ampliar.
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